Trucos de autodefensa ideales para mujeres

Autodefensa trucos mujeres

En la actualidad saberse defender es un plus para evitar cualquier mal rato. Los asaltos en las grades ciudades están a la orden del día y tener conocimiento de dar un golpe o una lleve precisa es muy buena estrategia para salir librado de ese gris escenario, mucho más cuando se es una dama, pues son presa fácil de cualquier delincuente o acosador.

Saber lanzar una patada o dar un golpe preciso no es fácil, pero tampoco imposible. Aquí solo se vale tener los trucos, y la práctica, para salir bien librada de un ataque sorpresa. Para ser un “arma letal” solo se necesita práctica y disciplina; el resto te lo dará el tiempo y pobre de aquel que se atreva a meterse contigo.

Hablemos de números. En un estudio realizado por la prestigiosa Universidad americana de Oregón se llegó a la conclusión de que las mujeres que participaron en una o varias sesiones de defensa personal confesaron que tenían mejores estrategias de seguridad y se sentían más preparadas para encarar a un extraño.

Sin olvidar que lograron obtener una autoestima más positiva sobre su propio físico y el aumento de la confianza hacia ellas mismas.

Todo esto basado en una encuesta que se realizó en el año 2018 a unas mil mujeres y el 81% manifestó haber sufrido alguna forma de acoso sexual, abuso, agresión o ambas cosas a lo largo de su vida.

Tenemos que tener en cuenta que el acoso verbal es la forma más típica y frecuente de agresión, pero el 51% de las mujeres confesaron que sufrieron tocamientos no deseados, , mientras que el 27% de las mujeres sufrieron una agresión de tipo sexual.

Es por ello que es fundamental que las mujeres logren dominar alguna técnica de defensa personal para no verse indefensas ante un ataque sorpresa de un delincuente o acosador. Por lo tanto lo más recomendable es que pueda aprender varios de los trucos que en este artículo le mostrará como poder defenderse de una manera fácil y sin complicaciones.

Autodefensa mujeres

Primera clave: Centrarse en las zonas vulnerables

Es la primera regla. Toda mujer debe centrarse en las zonas vulnerables e su oponente. Estas son: los ojos, la nariz, la garganta y la ingle. Por lo tanto debes apuntar todos los movimientos de abajo a una o varias de estas áreas para que tengan el máximo impacto.
Otra de las claves es usar toda su fuerza y agresividad durante la ejecución.

Tienes que hacerle saber que eres una mujer poderosa. Usa tu voz también. Que sea fuerte para intimidar al atacante y llamar la atención en caso de que alguien esté cerca.

Golpe de martillo

Es uno de los golpes o lances más fácil de asimilar y aprender. Solo hay que usar un elemento sólido como un juego de llaves o hasta el propio móvil, la idea aquí es que se pueda neutralizar al oponente como un solo golpe y así permitirte poder escapar a un lugar más seguro.

Otra buena estrategia, si hay sensaciones de inseguridad al salir a caminar de noche es hacer que tus llaves sobresalgan un poco de un lado de su puño para los golpes de martillo.

Patada en la ingle

Es uno de los golpes más efectivo. Pues se da en la zona más noble para un hombre. Si estás de frente y tu acosador o agresor te da una oportunidad de lanzar una patada, no dudes de hacerlo en la ingle. Con ella tendrás un valioso tiempo para escapar o terminar de neutralizar a tu oponente.

Golpe de palma en el talón

Es un golpe que muy bueno para hacer daño en la garganta, el pecho o la nariz. Para ejecutarlo solo hay que ponerse delante de tu agresor en la medida que sea posible.

Golpe en el codo

Este golpe se puede dar cuando la cercanía de tu agresor es menos de 10 centímetros. Si no te sientes capacitada para lanzar una patada u otra variación de golpe, entonces usa los codos e impacta la nariz.

Estas son algunas técnicas que se pueden aplicar para no ser víctima de un agresor o asaltante. Solo se debe tener la valentía y la seguridad plena para poner en marcha estas técnicas básicas de defensa personal, aunque lo mejor sería no tener que aplicarlas, pues así no está en un escenario de peligro latente.

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